Terremotos : Haiti y Chile

¿Por qué el terremoto de Chile fue más fuerte pero menos mortífero que el de Haití? Escrito por Iñaki Berazaluce el 01.03.2010 Haití, enero de 2010. Terremoto de magnitud 7. Entre 150.000 y 200.000 muertos. Chile, febrero de 2010. Terremoto de magnitud 8,8. 710 muertos. El terremoto que sufrió Chile el pasado 28 de febrero fue el quinto más grande registrado desde que existen instrumentos de medición: 8,8 de magnitud o 50 veces más fuerte que el que asoló una semanas antes Haití (la escala de Momento Sísmico es logarítmica, de modo que cada grado indica diez veces más potencia que el anterior). Sin embargo, el número de fallecidos en ambos países americanos no puede ser más dispar: hasta la fecha han muerto 300 haitianos por cada chileno en cada una de las catástrofes. La Escala de Magnitud de Momento se creó en 1979 para reemplazar a la escala Ritcher, que sólo tiene validez en el ámbito local de la falla de San Andrés. El grado 8,8 del terremoto de Chile describe la cantidad de energía potencial convertida en energía kinética cuando ocurre un terremoto. Una tercera escala, la Mercalli, describe la intensidad percibida en superficie –siendo el más extremo el grado XII (catastrófico). En esta escala el terremoto de Chile fue de un grado VII (muy fuerte) mientras el de Haití fue un grado IX (ruinoso). La Escala Mercalli, por tanto, incluye en la ecuación el factor humano, esto es, la calidad de las construcciones y la densidad de población. En este sentido Chile está más preparado que Haití, especialmente desde el colosal terremoto de grado 9,5 de 1960. Otras diferencias entre uno y otro seísmo, según este comentario en Reddit, son el tipo de terremoto. El de Chile se produjo por la sumisión de una placa bajo otra, mientras en Haití fue el roce por el deslizamiento horizontal de dos placas tectónicas. Además, el terremoto de Chile responde a la categoría “megathrust”, que suele producirse a grandes profundidades, convirtiendo parte de la energía kinética en calor, lo que contribuye a atenuar los efetos del terremoto. Según la esta página del servicio chileno de emergencia éstas son las descripciones de los efectos de un terremoto en la Escala Mercalli: Grado VII (Chile 2010): Los objetos colgantes se estremecen. Hay dificultad para mantenerse en pie. El fenómeno es perceptible por los conductores de vehículos en marcha. Se producen daños de consideración en estructuras de albañilería bien construidas; se dañan los muebles. Caen trozos de estuco, cornisas, ladrillos, parapetos y diversos elementos arquitectónicos. Se observan ondas en lagos y lagunas y el agua se enturbia. Los terraplenes y taludes de arena obrada experimentan pequeños deslizamientos o hundimientos. Se dañan los canales de hormigón para regadío. Tañen las campanas. Grado IX (Haití 2010): Se produce pánico general. Las estructuras de albañilería mal realizadas o mal construidas se destruyen. Las estructuras de albañilería bien construidas se dañan y, a veces, se derrumban totalmente. Las estructuras de albañilerías bien proyectadas y bien construidas, se dañan seriamente. Se dañan los cimientos, y las estructuras de madera son removidas de sus cimientos; sufren daños considerables los depósitos de agua, gas, etc. Se quiebran las tuberías y cañerías subterráneas. Aparecen grietas aún en terrenos secos. En las regiones aluviales (1) pequeñas cantidades de lodo y arena son expelidas del suelo. La calidad de las construcciones, la solidez de las infraestructuras o incluso la capacidad de reacción de los servicios de emergencia determinan el número de víctimas de un terremoto, de forma que el número de muertos suelen ser inversamente proporcionales al PIB per cápita, lo que explica que las tragedias naturales se ceben habitualmente con los países más pobres (y dentro de éstos, con los pobres entre los pobres). Japón, uno de los países más ricos del mundo y de los más afectados por los terremotos, sufre cotidianamente terremotos de la magnitud del de Haití sin registrar más que un puñado de víctimas mortales (con excepción del mortífero terremoto de Kobe de 1995). Fuente: OEI

No es sólo un desastre natural el de Haití

Haití mantendrá el interés televisivo hasta que ocurra una desgracia en otra parte del mundo. El desastre del país caribeño reside más en el colonialismo y la corrupción que en el terremoto. Nadie puede evitar que un terremoto ocurra, pero sí podemos actuar para reducir la vulnerabilidad de quienes los padecen. En Haití ha sucedido un año después que los huracanes causaran medio millar de víctimas y casi un millón de damnificados. En 2004, la tormenta Jeanne dejó allí 20 veces más víctimas que en los países vecinos. Si los cataclismos de este tipo afectan más a la población con menos recursos, imaginemos la situación del 72% de la población que vive en Haití con menos de dos dólares diarios. La desgracia se abate sobre un país de frágiles y corruptas estructuras en el que han reinado la violencia y la inestabilidad política a lo largo de sus 206 años de historia. Ha sido una forma demasiado cruel de devolver a Haití a la actualidad y de recordar que si antes quedaba mucho trabajo por hacer, ahora la tarea es inmensa. Pero tenemos que aprovechar estos momentos para preguntarnos por las causas de sus constantes crisis políticas y sociales que los han sumido en la más desoladora pobreza y desesperanza. Pues no sólo la madre tierra se sacude de vez en cuando para machacar a los más parias entre sus ocupantes, escribe Maruja Torres. El primer mundo también ayuda, con sus invasiones, sus expolios, su echar una mano a los gobiernos corruptos y su necio y nulo entendimiento de las realidades locales. Fueron los primeros americanos en independizarse, al sur de Estados Unidos, los primeros en abolir la esclavitud. Habían sido víctimas del colonialismo atroz de los franceses y, durante gran parte de su historia, lo fueron de los delirios de grandeza y de la crueldad de sus propios caudillos. De cuando en cuando, Estados La devastación de Haití no viene sólo del terremoto sino de otras causas sociales, políticas y económicas que han contribuido a la ruina y desesperación de sus habitantes.Unidos mandaba a sus tropas a defender la democracia y afianzar a algún cacique. La devastación de Haití no viene sólo del terremoto sino de otras causas sociales, políticas y económicas que han contribuido a la ruina y desesperación de sus habitantes. Las sucesivas crisis gubernamentales se arbitraron a machetazos, la pobreza, con hambre y migraciones masivas, y los desastres naturales no la borraron del mapa porque lo impidió la ayuda internacional. Una nación de diez millones de habitantes descalabrada por los déspotas, la corrupción, los fracasos, la deforestación, el analfabetismo y enfermedades casi bíblicas, mientras que en Montreal ejercen más cirujanos haitianos que en Puerto Príncipe. Los 250.000 niños entregados por familias míseras a hogares menos míseros, en régimen de semiesclavitud y desamparo, son una de las numerosas lacras padecidas por este país. Sus gobernantes no supieron o quisieron erradicar las causas de su postración. El ingreso promedio apenas alcanza los 600 dólares anuales y más de la mitad sobrevive con menos de un dólar diario. Hasta la invasión norteamericana de 1915, se sucedieron 23 tiranos, todos ineptos. La sanguinaria saga de F. Duvalier, Papa Doc, y sus criminales Tonton Macoutes duró de 1957 a 1986. La primera ministra hasta octubre del pasado año, Michèle Pierre-Louis, atribuyó a la abyección de las élites haitianas, integradas por mulatos, hombres de negocios, sindicalistas o agricultores, buena parte de los males: "Son como un enorme elefante sentado sobre este país, al que no dejan moverse. Y no se puede mover porque no hay una clase política, no hay partidos políticos. Todos se corrompen y pervierten". Washington practica una especie de protectorado sobre Haití desde que el presidente Woodrow Wilson ordenase su invasión para pacificarlos, cobrar las deudas del Citibank y enmendar el artículo constitucional que prohibía la venta de plantaciones a los extranjeros. Ni los franceses, ni los Gobiernos de la independencia, ni tampoco el actual presidente René Preval lograron revertir la cadena de desastres promovida por la coalición de hombres y naturaleza: Haití ocupa el puesto 150 de los 177 países del Índice de Desarrollo Humano, la esperanza de vida de sus habitantes apenas alcanza los 52 años, sólo uno de cada 50 recibe un salario, la deforestación arrasó el 98% de los bosques, y los ingresos por sus exportaciones de manufacturas, café, aceites y mango son casi una propina, pues la deuda externa supera los mil millones. El interés de los medios durará hasta que surja otra noticia relevante. Es ahora el momento de preguntar al FMI, al BM, a la ONU y a los países miembros de la comunidad americana, desde Alaska a Patagonia, cómo remediar tanta abyección y tanta pobreza. Mañana siempre será tarde.
Fuente: Revista Fusión, por José Carlos García Fajardo

La catastrofe en Haiti

Las causas geológicas de la tragedia

¿Qué implica un terremoto de 7 grados en la escala de Richter?

  • La magnitud mide la energía liberada en el epicentro del terremoto. Un sismo de 7 grados es diez veces más poderoso que uno de magnitud 6. Los geólogos también miden la intensidad del temblor, es decir, el tiempo y la fuerza de las sacudidas. El primer gran golpe del terremoto que estremeció anteayer Puerto Príncipe habría durado entre 35 segundos y un minuto, una gran cantidad de tiempo en la que se pueden provocar daños apocalípticos.

¿Cómo se explica la devastación causada?

  • Fue un terremoto muy superficial, pues se produjo en la corteza terrestre, a unos 10 kilómetros de profundidad. No se trató de un sismo de subducción (deslizamiento del borde de una placa de la corteza terrestre por debajo del borde de otra) como ocurre a menudo en las Antillas. Este fue un terremoto llamado "de desplazamiento", que produce un movimiento horizontal. Se produjo en el límite norte de la placa de las Antillas con la placa norteamericana. El epicentro fue poco profundo y provocó muchos daños. Para un sismo de desplazamiento no es una profundidad anormal.

¿Haití se encuentra en una zona expuesta a los sismos?

  • ?El territorio haitiano se encuentra sobre una falla conocida, que está cartografiada y es muy estudiada por los científicos, porque está en el límite de una placa importante. La placa del Caribe limita en el Oeste con las islas Antillas y al Norte con la placa norteamericana. Existe un movimiento horizontal entre esas dos placas.

¿Haití podría ser sacudido por nuevas réplicas?

  • La amenaza no ha terminado. Los geólogos registraron por lo menos 40 réplicas de magnitudes que oscilaron entre los 4,5 y los 5,9 grados en la escala de Richter. Y advierten que en las próximas semanas nuevas réplicas podrían sacudir la isla.

¿La ciencia está en condiciones de predecir un terremoto?

  • Por el momento, los expertos son capaces de calcular con bastante precisión dónde se producirán las sacudidas a largo plazo -por ejemplo, se espera un fuerte terremoto en California en los próximos 30 años-, pero no con la antelación necesaria para que la población y los servicios de emergencias se preparen. A pesar de los avances en sismología, los terremotos siguen siendo imprevisibles.

Geolocalizaciones: Bajo la ALUMBRERA

Ver Minera Alumbrera Catamarca en un mapa más grande

Poblacion Mundial en cifras

Imagenes para pensar

Santa Catalina

La Basura y Las inundaciones en Villa Fiorito dos problemáticas ambientales graves.

Pueblos originarios en imágenes una deuda pendiente

Maná : ARDE EL CIELO

Homenaje de Maná